Por Nuestros Hermanos Sin Voz A. C.
MÉXICO, Asociación Protectora de Animales Sin Fines de Lucro.



Archive for the ‘Historias’ Category

En memoria de CUCO!

viernes, abril 26th, 2019

Mi labor es ardua y constante, pero la tristeza me hace fuerte para seguir rescatando y ayudando a cada angelito que los humanos dejan sin saber como sufren en su abandono. Cada rescate es una amarga experiencia pero confortable, CUCO!!!..
Yo sé que tan pronto como tomaste tu último aliento en la Tierra, Dios tomó tu hermosa alma inocente desde el suelo y la hizo volar al cielo. Sé que has ganado unas pequeñas alas peludas que te mereces y me siento orgullosa de amar a un angelito tan increíble como tú.
Soy Yolanda Romero Nuñez y esta es mi labor de AMORRR!…

Hoy me siento muy orgullosa de mi nieto Ángel y triste por la situación,viniendo de la escuela cerca del Reloj municipio de Tultitlan estaba tirado un perrito negro con blanco retorciéndose de dolor una carreta de la basura lo atropello parece que el animalito iba con el,me dice abue lo levanté y lo llevé a la veterinaria me quería cobrar 200 y yo solo traía 50 y le dije mi abuelita es Yolanda Romero Núñez quien lo rescata y me dijo e tú abuela y le di 50 y otra Sra 10 pesos abue no lo podía dejar sufriendo dijo la doctora ya descanso lo destrozado por dentro me dice mi nieto Gracias abuelita por ayudarlos y yo te digo gracias Mí niño por seguir Mí ejemplo Yolanda Romero Núñez.

martes, septiembre 11th, 2018

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Yolanda Romero Nuñez…

jueves, febrero 15th, 2018

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En ocasiones la vida nos presenta sus caminos misteriosos, que sin darnos cuenta nos guían hacia la senda que recorremos hoy.

Esto mejor que nadie lo sabe Yolanda Romero, quien hace muchos años, en su natal Tlacotalpan Veracruz, no imaginaba que esa empatía que sentía ante el dolor de los perritos maltratados y abandonados a su suerte se convertiría el día de hoy en su vida, el motivo por el cual permanece de pie, la razón de su existencia.

La compasión por los seres necesitados siempre prevaleció en su corazón, como un don que le fue otorgado desde su nacimiento. Ahí estaba, ese sentir tan grande y fuerte que invadía todo su ser y la “llamaba”, con fuerza e insistencia: ojalá pudiera ayudar a mitigar tanto dolor que existe en el mundo, sobre todo el que padecen los indefensos, los más vulnerables, por los que nadie da ni un centavo de su cartera ni un segundo de su tiempo por protegerlos, ampararlos, quererlos.

Proveniente de una familia con tradición artesanal, parecía que sin embargo no estaba destinada a labores artísticas: en 1974 estudió la carrera de educadora y secretaria educativa y a esa profesión se dedicó un tiempo. Pero la influencia de la labor familiar no la abandonó nunca y decidió elaborar sus propias manualidades y venderlas a sus conocidos, con lo que pudo percatarse que se sentía sumamente a gusto y feliz y por lo tanto era sin duda su destino. Así se animó a dar sus primeras clases en su casa, a un grupo pequeño que logró reunir. Tomado el camino, no hubo vuelta atrás y decidió meterse de lleno en él, preparándose así con cursos impartidos en diferentes lugares y ampliando sus conocimientos en dicha área.

A partir de 1992 empezó a dar talleres de manualidades de manera más “formal”: impartió cursos en el DIF de Tlatelolco y hasta participó con el padre Chichachoma en un Centro Cultural de la Colonia Guerrero para niños de la calle. Ese mismo año, su labor se extendió a la Parroquia del Inmaculado Corazón de María, en donde enseñó a un grupo de la tercera edad y posteriormente en la Fundación Mexicana de Reintegración A.C., donde llegó a tener un amplio taller de manualidades que abarcaba desde figuras de chocolate (su especialidad) hasta repujado, tarjetería y material reciclable.

¡Todo iba viento en popa! Sus manualidades llegaron a ser tan famosas y reconocidas que incluso trabajó en el programa “Con Sello de Mujer” transmitido por TV Azteca; ella estaba segura de que ese justamente era su camino, que no había más… pero no contaba con que un día, estando por los rumbos de Tultitlán conocería de lleno el inmenso, inimaginable dolor que padecen los animalitos que son abandonados y maltratados por las personas: ¿era posible siquiera que existiera tanto dolor y además quien fuera capaz de soportarlo? No podía ser real, no podía ser cierto lo que sus ojos veían, lo que todos sus sentidos atestiguaban… y sin embargo, lamentablemente así era.

Después de saber de ellos, su vida simple y sencillamente no pudo ser ya la misma. El día de hoy tiene ya 13 años desde que dejó atrás su fructífera vida de maestra de manualidades para darse al 100% a aquellos animalitos que padecen la crueldad humana. Ya más de una década de abandonar la seguridad de una profesión en la que era exitosa por un incierto y sinuoso camino en busca de brindar amor, protección y una vida digna a aquellos que nadie escucha, porque no tienen una voz que los demás quieran escuchar. Ella entonces, les ha prestado la suya, y sus días son dedicados por completo a trabajar “Por Nuestros Hermanos Sin Voz”, Asociación que ella inició hace tantos años y que ha logrado subsistir y tener logros sorprendentes gracias a la todo el esfuerzo y arduo trabajo que ha realizado por los “hermanitos peludos” y a la contribución de personas consientes y simpatizantes de la labor titánica y sobrehumana que ella realiza día con día, sin descanso, con infinito amor y dedicación.

A lo largo de su trayectoria, ha rescatado a tantos y diversos animalitos de situaciones tan monstruosas y lamentables que estruja el corazón el saber de lo que puede ser capaz un ser humano. En su corazón y memoria están los perros, gatos, burros, caballos, vacas, borregos y hasta palomas que ha podido ayudar, algunos que ahora viven felices con una familia adoptante que ella les consiguió y otros tantos que murieron en la espera, pero que por lo menos experimentaron un instante la bondad y el cariño que también habitan en las personas y que ella les logró transmitir al rescatarlos de su abandono y maltrato. Muchos más habitan en su refugio del tiradero de basura de Tultitlán, esperando con ansia e inmensa alegría el verla llegar todos los días a asearlos, darles su comida, agua y sobre todo, mucho cariño.

El objetivo de ella no es únicamente rescatar a aquellos que están hoy en situaciones lamentables. Es también (y sobre todo, pues sabe que en ello radica un mejor futuro de nuestra humanidad) crear CONCIENCIA sobre el respeto a las diferentes formas de vida, sobre la responsabilidad que tenemos ante esos seres que nos acompañan y que dependen única y exclusivamente de nuestra buena voluntad: no basta alimentarlos y darles un techo, también somos responsables de su salud reproductiva y su salud en general; necesitan una vida libre de maltrato e indiferencia; en resumidas cuentas, necesitan AMOR.

Por eso es que ha participado también en todas las marchas pro-derechos animales que se realizan, en campañas de esterilización masivas no sólo aquí en el DF, sino también en otros estados de la República, logrando incluso que en esta última y devastadora inundación que sufrió Veracruz, el mismo gobernador del Estado apoyara con gente y una lancha para ir a rescatar y alimentar a los animalitos que tuvieron que ser abandonados por sus propietarios. A ese grado es el compromiso, al grado de arriesgar su propia vida y seguridad por ir en pos de aquellos que tanto nos necesitan, y tan pocos atienden.

Con el corazón muchas veces traspasado de pena por presenciar tanto dolor en un ser vivo, Yolanda continúa adelante en esta labor, de manera desinteresada y dando lo mejor de ella misma como persona y mujer. Tragos amargos ha habido muchos, desde el propio dolor de los animales hasta la voracidad y malicia de personas que se han acercado a ella supuestamente para ayudar y que al final de cuentas, sólo han querido sacar algún beneficio propio a costa del dolor ajeno y del arduo y amoroso trabajo que ella realiza con sus propios medios… pero ella sigue de pie, haciendo lo que su ser entero le pide hacer: ayudar, mitigar el dolor de aquellos seres que son nuestros y que sin embargo, no hemos sabido cuidar como nos corresponde. El ver cómo se van mejorando, cómo van recobrando la alegría de vivir, de sentir confianza en un ser humano, del amor a raudales que le manifiestan “sus niños” tan sólo al verla llegar… todo esto hace que esos tropiezos, esas dificultades y ese dolor valga la pena. Ellos son la fuerza que la sostiene, la alegría y paz que llena su corazón… esta es Yolanda Romero y esto es lo que hace: rescatar con todo su amor a seres maltratados e indefensos de su terrible dolor.

CON TU APOYO, AYUDAS A AYUDAR….

viernes, abril 22nd, 2016

Mexico 40413 (62 %) 83262 (73 %)
Spain 9630 (15 %) 10910 (10 %)
United States 4819 (7 %) 6243 (5 %)
Argentina 1778 (3 %) 2294 (2 %)
Colombia 1231 (2 %) 1594 (1 %)
Chile 919 (1 %) 1132 (1 %)
Peru 802 (1 %) 1018 (1 %)
Venezuela 663 (1 %) 855 (1 %)
Netherlands 419 (1 %) 445 (0 %)
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